martes, 24 de febrero de 2009

Gigantes

Realmente no entendía: los gigantes andaban por todo el barrio repartiendo volantes, luciendo enormes galeras y sacos con lentejuelas y nadie se sorprendía.
Yo estaba espantado y a la noche soñaba horribles pesadillas con esos tipos enormes que siempre terminaban aplastándome con un pisotón como a una hormiga.
Hasta los 30 años (la edad que tengo ahora) se me aparecieron furiosamente en cada madrugada para reventar mi interior.
Pero hoy los descubrí: son unos estúpidos grandulones montados en zancos.

2 comentarios:

Mario Paulela dijo...

A los treinta descubriste eso? Sabés que n existe papanuél, no?
Ja JA, muy bueno.

G4þRI€L dijo...

y bueno, mejor tarde que nunca