jueves, 27 de enero de 2011

Blas

¡Uy!, dijo Blas.
Y se sintió cansado, abatido dirían los libros.
Y se cayó de culo: se sentó, según palabras de su vieja, o de su mamá para los menos reos, o sea los mas educados.
Los que fueron a la escuela y tomaron la comunión y se casaron por iglesia con su primer novia y nunca jamás fumaron un negro ni tomaron del pico de la botella.
¡Uy!, volvió a decir Blas.
Y se volvió a cansar.

sábado, 22 de enero de 2011

Helados

Ella consumía sus helados y el frío le adormecía los labios, esos que ya no podía usar.
Él entregaba con presición, con cucharitas de plástico y de bordes filosos, las dosis del placebo y de esta manera compartían tan cerca y a la vez tan a la distancia, el sabor agridulce del chocolate y del limón.