miércoles, 22 de diciembre de 2010

El cuento perfecto

Y el cuento perfecto llegó finalmente: para eso hizo falta obviar las palabras, los signos de puntuación y los acentos.
El ciego, apuntó sus oídos hacia el mar.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Tigres

- No todos los tigres son malos, dijo el Centurión.
Ayer por ejemplo trajimos uno nuevo desde el sur y puesto sobre la arena del circo, solo dió vueltas alrededor de una niña cristiana sin siquiera tocarla. La niña no dejó de llorar hasta que otro tigre, menos ceremonioso o mas hambriento, se la devoró.
Una nueva mártir y una nueva santa.
¿Y el tigre bueno?, preguntó el soldado.
- A ese lo mataron los soldados.
La historia del imperio jamás perdonaría una traición.

sábado, 19 de junio de 2010

Canibal yourself

Insisto: nadie se atreva a impedir lo que mi hermano decidió.
Es lo último que digo ante las pocas personas que había en la puerta de casa, que pretenden imponerle su parecer.
Inmediatamente se escucha el corto ruido del tenedor clavándose en el dedo gordo de su pie para habilitar el paso del cuchillo con dientes de serrucho abriéndose camino entre la carne de aquel dedo.
Cuando termina de desprenderlo de su pie, lleva el bocado a su boca, sin culpa y con algo de dolor, con sangre en el piso, escurriéndose por su antebrazo, que pasa por la mano y antes por el mango del tenedor.
Mi hermano llora. Esta triste por que recién empieza y quiere terminar lo antes posible con su acción auto caníbal, más por el entorno que por sí mismo.
Mientras, los huesos que van quedando como basura sobrante de su carne, se acumulan al pie de la mesa.
La gente sigue en la puerta .Yo hago señas hacia adentro para que se apure por que en cualquier momento van a entrar por la fuerza y después de hacer esto lo van a detener..
Tardo casi media hora en tragar la mitad de su cuerpo, incansable, sin pausa.
Me hizo acordar a esos desafíos que consisten en ver quien consume más huevos duros en una hora.
Con la espalda apoyada contra la puerta, trato de contener a los que quieren entrar, al tiempo que le grito para que se apure. No sé cuanto tiempo mas voy a aguantar esta presión.
A lo 15 minutos, solo queda su cara y la mano derecha.
Se despide de mí y saborea el último bocado.
Suelto la puerta y la gente entra, pero se detienen al encontrar esa imagen tan impresionante para ellos.
Yo en ese momento estaba terminando de tragar el pulgar de la mano de mi hermano, el último de los restos posibles, cumpliendo así con la promesa de no dejar casi nada de él sobre la tierra.
Tomo un trago de agua, meto los huesos en una bolsa enorme de arpillera y salgo por la puerta de atrás de la casa.
Ningún humano puede comer huesos.

Aviso

Poesía no es esto
No es poesía.
Acabara en un cesto,
Al sexto día

De intentar plasmarla
En una hoja
En blanco acabarla
Cuando la musa escoja

Perdón, vergüenza, mentira
escrita
Sin verdad, vacía delira,
Grita.

sábado, 5 de junio de 2010

Muerto de miedo


El soldado Aguirre entró corriendo al baño de la familia Morales.
Lo corria el frío de la muerte después del violento ingreso de extremistas al cuartel de La Tablada.. Era tanto el miedo que tenía que no paró de correr un segundo, ciego de terror y de angustia.
La señora Morales, apenas tuvo tiempo de taparse con una tohalla y asomarse desde su ducha.para ver a ese muchacho joven herido en la cabeza y con los ojos rojos por la pólvora. El soldado conscripto hablaba a los gritos, gesticulaba con todo su cuerpo y pedía a voz en cuello ayuda y asilo para huir de su espanto.
Pero la verdad era que la señora estaba tanto o mas asustada que el pobre Aguirre y lo sacó a patadas del baño primero y de su casa después.
Cuando se aseguró de que ya estaba lejos, se sentó en el living y encendió el televisor. Pudo ver como ardía el cuartel bombardeado por los cuatro costados y desde adentro también.
En ese momento, un periodista se acerca al militar a cargo de la guarnición quien, entre tiros y micrófonos dijo que a pesar del cuadro desolador había que lamentar solamente una víctima fatal, la del soldado conscripto clase 1966 Pedro Aguirre.

viernes, 23 de abril de 2010

La tana

A la tana ya nadie le cree. Dice que iba en moto con la boca abierta y que se tragó una mosca. Que la mosca no murió y que no sabe como se le metió en la cabeza y ahora se está comiendo su cerebro.
No quiere que la llevemos al médico, ella quiere ir al local de un tipo que (dice) elimina todo tipo de plagas.El tipo del local dice que ni en pedo le fumiga el cerebro, y nosotros que por que no, que si tiene que hacerlo, le gritamos al pobre tipo y tratamos de convencerlo por las buenas o por las malas hasta que nos amenaza con llamar a la polícia y nos vamos de un portazo y a las puteadas.
La tana dice que nos apuremos por que le pica la cabeza por adentro y no puede rascarse y su apuro nos va contagiando la picazón.
La mandamos a pasear otra vez en moto, a ver si asi se olvida un poco, pero nada puede quitarle esas molestas cosquillas que le rebotan en el cráneo.
Entonces le dijimos que estaba loca. En ese momento, vimos salir la mosca por su nariz, por el agujero izquierdo y la abrazamos y le dijimos que ya estaba todo bien.
Pero la Tana ya estaba entregada a la locura que le declaramos y se puso a llorar sin parar hasta el día de su muerte.

sábado, 20 de marzo de 2010

Timbres

Los timbres, en el oeste porteño, tenían la magia de transformar los hechos.
Así, en una casona de Liniers, cada vez que alguien llamaba a la puerta de la calle Cuzco, moría uno de sus ocupantes. El final de la historia es sabido: nadie de la familia Navarro había sobrevivido a ese destino.
Pero hay otros ejemplos mas benignos; los ocupantes del departamento de la rotonda de Juan B Justo por ejemplo, se salvaron de morir quemados al caer una inesperada lluvia cuando el sodero tocó timbre justo en el momento en que un cortocircuito empezaba a hacer arder el quincho.
Otros casos, menos trascendentes, siguen marcando el destino de este lugar.
Los únicos conocedores de este secreto son los pibes del barrio, que viven cambiando el futuro tocando todos los timbres que encuentran a su paso para luego salir corriendo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Medallas

Luis corrió desesperadamente hasta su libreta de apuntes y escribió una tras otra las palabras de su poesía consagratoria.
Extrañamente, podía ver el todo pero no así las partes de cada estrofa, cada verso, cada letra.
El cuadro se le pintó en su mente, solo tenía que escribirlo.
Así lo hizo y ganó merecidamente su medalla.
En el acto de premiación, le fue imposible contener la risa recordando sus irreflenables ganas de cagar en el éxtasis de su inspiración.

Bruja

La bruja, cansada de robarle almas al diablo, cayó enferma. En ese estado (desconocido en ella) blasfemó e insultó a todos los santos que haya podido recordar.
Al poco tiempo, una semana o dos tal vez, falleció.
De a una, las almas fueron devueltas a su dueño, quien se juró nunca mas permitir que la muerte le robara sus pertenencias.