miércoles, 21 de enero de 2009

SIlencio

La noticia corrió muy rápido: un científico londoniense había inventado un dispositivo para lograr instantáneamente el silencio de una persona en el lugar y momento en que uno quisiera.
Pero el destino tiene estipulado exactamente cada palabra que se va a decir desde el momento en que se nace hasta las últimas palabras previas a la muerte.
Es por esto que el invento, que todos creyeron genial, solo creaba una sensación de silencio con algo que en realidad nunca iba a ser dicho.

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