domingo, 18 de septiembre de 2011

Interpretación

Uno escribe metáforas, pero el lector les da su interpretación y eso no sirve para nada.
También describimos paisajes con letras, pero del otro lado pintan de verde o de marrón o de celeste lo que se les ocurre y eso no era lo que queríamos decir.
Entonces decidimos escribir en primera persona, pero esa voz que imaginaron para nuestro relato es desagradable y monótona.
No hay manera de que entiendan exactamente lo que se quire contar y pensamos que seguir así no tiene sentido.
Todo es una gran mentira, sostenida por una complicidad intrínseca desde que se inventó la escritura.
Tenemos que animarnos y decir una sola palabra que no admite errores: escribamos miles de libros y enciclopedias con esa única palabra para terminar cn la mentira:

Silencio

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