Manuel no tenía ni buena salud ni mucho dinero.
Tampoco era lindo. Ni siquiera simpático o trabajador, u honesto.
A Manuel no le interesaba ninguna rama del arte ni tenía talento.
Los dioses, decía Manuel, a veces son displicentes con sus criaturas.
2 comentarios:
Jajajaja, una perlita brillante de ironía, este texto. Bien, me gustó.
J&R
muchas gracias, uds siempre son muy atentos conmigo..
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