viernes, 11 de febrero de 2011

Atrincherada

La señora entró (y con violencia) desde el pasado; desde SU pasado. Atravesó los 40 años que la separaban de su felicidad con la velocidad de un rayo.
Y con la luz de ese mismo rayo trató de iluminarnos, pero fueron tan burdos sus movimientos que al final terminó lastimándonos de manera irreversible.
Nosotros nos defendimos con lo que teníamos mas mano.
Entonces, le sacamos una foto, la encandilamos con el flash y congelamos para siempre su carcajada de loca.

PS:(dedicado a la memoriosa de Pueblo Liebig, que espera a sus presas en el centro de su telaraña)
PS2: Lau, es lo que mejor me salió.

2 comentarios:

laveron dijo...

No, no. Que yo a usted lo conozco y sé que puede un cuento más largo y con la misma elusividad que éste, tan breve (que está bueno, pero queremos MÁS)

Besito!

laura

Palabras como nubes dijo...

Buenísimo micro! No le falta nada.
Hemos leído varios tuyos y realmente son buenos!!!
Nos seguimos.

Jeve y Ruma.