Lo que para mucha gente (e incluso pueblos enteros) es una cuestión fundamental, para otros es algo recurrente. Asi por ejemplo, los habituales choques entre personas en la estacion 9 de Julio del subte de Buenos Aires son en realidad intercambio de almas.
Nadie vuelve a su casa tal como se fue y algunos, atrapados por los recuerdos, chocan deliberadamente a otros tratando de recuperar el alma que alguna vez tuvieron.
De esta manera, una misma persona puede tener tantas almas como choques haya tenido.
Este intercambio nunca se acaba y el cuerpo que muere (un simple envase retornable) libera su alma, la última que tuvo, para que ya no sufra mas cambios, el verdadero descanso eterno.
2 comentarios:
¡qué místico!
un beso!!!!
laura
gracias lau!
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