...”a tense workplace is a productive workplace”...
Mr. Burns
Abel Memere nunca había aprendido a nadar. A los 3 años tuvo su primer espanto al no poder mantenerse en pie en una pileta de club barato; con el agua hasta el mentón y el fondo lleno de musgo, patinó y se hundió varias veces, introduciendo bocanadas de agua en cada inmersión con un ruidoso ronquido asmático que provocaba la risa y la burla de los mayores que estaban con él. Y como en sus pesadillas, trataba de gritar y no podía.
Siempre recordó aquel día, e hizo todo lo posible para olvidarlo.Pero los miedos nunca se van y a la vez siempre regresan.
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