El miedo que nos metían a fuerza de mentiras durante nuestra infancia, tuvo su punto mas alto de intensidad el día que mamá nos contó la famosa leyenda del enano sin piernas.
En ella nos contaba que durante la noche, un enano mutilado arrastraba sus muñones por el patio de tierra de casa empujándose con los puños de las manos buscando pibes que no dormían para llevárselos a su casa y comérselos.
La historia se volvía muy creíble en la oscuridad silenciosa de la noche, donde podíamos oir como el enano se arrastraba. Entonces, cerrábamos lo ojos con fuerza hasta que nos dolieran tratando de dormirnos.
Al dormirnos, se nos aparecía el enano y su cara diabólica, esperando que bajáramos de la cama para devorarnos.
Ya no sabíamos, siquiera, si estábamos despiertos o dormidos.
5 comentarios:
Qué terrible leyenda. Dicen que ahora, disfrazado de mujer pero con la misma cara diabólica, es senadora por la provincia de Buenos Aires. Creo que le dicen Chiche.
El Viejo de la Bolsa no es nada al lado de ésto, por Dios!!!!!!
Jua! Es como para tus noches de brujas, aunque después se te llena el blog de gente pidiendo comunicarse con sus difuntos. ¿Te acordás?. un pionero del spam de ultratumba.
Beso!
Laura
si... tendria que haber hecho guita con ese tema
¡Y yo sin enterarme de nada!
Qué cosa.
salú
silvia
PD: Casi me olvido de lo serio: están buenos tus cuentos.
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