Para el maestro panadero José Bermudez, fue muy fácil deshacerse del cuerpo de su patrón; simplemente lo cocinó en el horno y luego mezcló los restos con la masa preparada para el pan de las 6 de la mañana.
Todos preguntaron por el dueño pero nadie sabía nada. Su familia dijo que había salido de su casa al trabajo pero en la panadería decían que nunca habia llegado.
El encargado del local, ante la impaciencia de los clientes, decidió abrir el local y empezo a despachar.
Mientras, por la ventana, José observaba como algunos ansiosos jubilados empezaban a borrar los rastros de su crimen metiendo la mano en la bolsa para comer el pan calentito.
5 comentarios:
Asqueroso!!!
Mire con quien me vengo a encontrar revolviendo blops! Uat a surprais!
La blogórfera es un pañuelo.
Saludo!
Pollo: me encantaria saber como llegaste hasta aca!!!!!!!
Por medio de un comment tuyo en Stay Free, ví el nick y clickeé a ver si eras vos que te habías pasado a Bloguer.
Qué será del resto de la patota de La Coctelera? Volviste a saber algo de alguno?
Saludossss!
Stay free es lo maximo
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