La curiosidad pudo mas que la razón (como siempre).
Lito tomó entre sus manos la cabeza de su madre y empezó a vaciarla con una cucharita de té metiéndola por su oído.
Ella apenas se resistió, y mientras pudo, escuchó el ruido del metal.
El frio de la cuchara le congeló los labios. Mas tarde la sangre los volvió a entibiar pero ya era demasiado tarde.
Lito siguió con sus intrigas eternas, decidido ya a no buscar mas respuestas.
lunes, 21 de febrero de 2011
viernes, 11 de febrero de 2011
Atrincherada
La señora entró (y con violencia) desde el pasado; desde SU pasado. Atravesó los 40 años que la separaban de su felicidad con la velocidad de un rayo.
Y con la luz de ese mismo rayo trató de iluminarnos, pero fueron tan burdos sus movimientos que al final terminó lastimándonos de manera irreversible.
Nosotros nos defendimos con lo que teníamos mas mano.
Entonces, le sacamos una foto, la encandilamos con el flash y congelamos para siempre su carcajada de loca.
PS:(dedicado a la memoriosa de Pueblo Liebig, que espera a sus presas en el centro de su telaraña)
PS2: Lau, es lo que mejor me salió.
Y con la luz de ese mismo rayo trató de iluminarnos, pero fueron tan burdos sus movimientos que al final terminó lastimándonos de manera irreversible.
Nosotros nos defendimos con lo que teníamos mas mano.
Entonces, le sacamos una foto, la encandilamos con el flash y congelamos para siempre su carcajada de loca.
PS:(dedicado a la memoriosa de Pueblo Liebig, que espera a sus presas en el centro de su telaraña)
PS2: Lau, es lo que mejor me salió.
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